domingo, 6 de enero de 2013

AUMENTO DE LA VIDA ÚTIL DEL PAN


Científicos en EE UU prolongan la vida útil del pan hasta 60 días
Una compañía estadounidense quiere potenciar la pasteurización fría de este producto, un método que retrasa la formación de moho y mantiene su frescura
Por Carolina García.

Desechar comida es uno de los principales problemas en el mundo y, sobre todo, en los países desarrollados. En Estados Unidos, por ejemplo, estadísticas recientes sugieren que las familias tiran a la basura un 40 % de los alimentos que compran, según el Consejo Nacional de Recursos Naturales. Esto representa más de 165.000 millones de dólares (127.000 millones de euros) malgastados anualmente, añade este organismo. Uno de los productos que con más frecuencia se desecha es el pan, ya que en poco tiempo, unos 10 días, desarrolla moho y hace menos saludable su ingesta. Investigadores de una compañía asentada en Texas aseguran que pueden mantener la frescura del pan hasta unos 60 días.
“El enfoque novedoso y único es una combinación de efectos térmicos que permiten destruir las bacterias a temperaturas muy bajas, creando así lo que se llama la pasteurización en frío de los alimentos frescos y eliminando los patógenos mortales que causan enfermedades”, explican fuentes de la compañía, MicroZap.
La empresa, dedicada a la ingeniería alimentaría durante la última década en Estados Unidos, comenzó sus investigaciones con el fin de eliminar la salmonella de los huevos, de forma que esta bacteria no afectara a la calidad de los mismos ni a su frescura. Una vez conseguido este objetivo, tratar el pan fue el siguiente paso, de manera que se pudiera retrasar la formación de moho en este alimento, consiguiendo en laboratorio una vida útil de dos meses en las mismas condiciones de calidad y frescura que el recién horneado.
El proceso de irradiación radica en exponer el producto a la acción de radiaciones ionizantes proporcionales a la cantidad de energía que se desea que absorba el alimento. Es un proceso único, que consiste en radiar un impulso potente con múltiples fuentes de microondas que crean una señal con una densidad específica que permite que el producto sea pasteurizado sin dañar ni alterar su calidad, explica la compañía. Aunque en la actualidad está pendiente de ser patentado, tanto la investigación como las pruebas comerciales llevadas a cabo han sido favorables.
Científicos de MicroZap aseguran que, incluso, este sistema podría sustituir a los conservantes químicos que se usan en la actualidad en muchas fábricas, “y, seguramente, la radiación de microondas sería más saludable”, han afirmado. Aunque similar al horno doméstico, la técnica realizada en laboratorio se gestiona de forma más hermética, por lo que el pan queda libre de cambios de temperatura que puedan dañar el proceso. Este método es mucho más caro que el casero y por ahora solo sería viable en fábricas grandes con altos ingresos.
Aparte del factor económico, uno de los problemas potenciales del uso de esta técnica en un producto como el pan, “sería convencer a los usuarios de que el alimento está en buenas condiciones”, han concluido. MicroZap también ha conseguido buenos resultados con otros alimentos, como la carne picada de pavo. Aunque ha fracasado, por ejemplo, en el tratamiento de frutas, como los melones.
Esta empresa ya ha comercializado esta tecnología para lavadoras y secadoras y ha demostrado una reducción del 99,9 % de la MRSA (siglas en inglés del Estafilococo áureo, resistente a la meticilina). Esta bacteria ha ido desarrollando resistencias a varios antibióticos. Primero a la penicilina, en 1947, y luego a la meticilina. Esta última cepa fue descubierta originalmente en el Reino Unido en 1961 y en la actualidad está muy propagada en EE. UU.
Este método científico ya ha erradicado la MRSA tanto en hospitales como en clínicas y hogares del país, eliminándola de sábanas y toallas de algodón. Pruebas realizadas en laboratorio han mostrado que las lavadoras y secadoras normales están contaminadas, incluyendo el agua residual que se vierte al sistema público de aguas tras el lavado. El Centro de Prevención y Control de Enfermedades de EE. UU. alertó que el lavado de ropa normal no elimina dicha bacteria y, es más, la propaga. En definitiva, se trata de una empresa que trabaja para conseguir “una alimentación más sana, libre de salmonella, Escherichia coli, MRSA y moho”, concluyen desde MicroZap.

(Artículo publicado en El País el 3 de diciembre de 2012)

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