Hay cientos de tipos
de queso y de cerveza: las combinaciones son casi infinitas
LUCÍA TABOADA 19-04-2013
En España un 80% de las cervezas se toma
con tapa. Pero lo que no muchos saben es que la reina estival por excelencia forma un armónico
matrimonio con el queso, debido a la gran capacidad de esta
bebida para limpiar el paladar.
"Para cervezas ligeras y frescas el acompañante
ideal es un queso joven de vaca con textura blanca o semi blanda".- (CORTESÍA DE
'CERVECEROS DE ESPAÑA')
Los antiguos bodegueros ofrecían queso como tapa ante un vino mediocre y
engañar así el paladar ajeno. De esa costumbre castiza nació la expresión
"que no te la den con queso". No solo para ocultar imperfecciones, en
general la combinación de vino y queso se ha extendido a lo largo de los
siglos. Pero poco a poco la cerveza ha ido desplazando al vino como compañero
ideal. "En España nos falta ese punto especializado a la
hora de pedir cerveza", asegura el sumiller Juan Muñoz. La combinación de
cerveza y queso es común en otros países. En Alemania incluso hay un queso con
sabor a cerveza, el Weisslacker.
Cómo lograr el maridaje perfecto
Empezando por la cerveza, lo primero es conseguir un recipiente idóneo.
Cuanto más fino sea el cristal del vaso, mejor. La antítesis de una
buena presentación es el vaso de tubo. Por supuesto la cerveza
tiene que tener espuma, donde se concentra el sabor y aroma. Para lograrla hay
que situar la copa o vaso con una inclinación de 45 grados. Respecto a la
temperatura, lo idea son unos 5-10 grados, dependiendo del cuerpo de la
cerveza. Y sobre si hay que moverla o no, el reconocido sumiller tiene claro:
"La cerveza hay que moverla sin miedo en la copa, al igual que lo vinos,
para percibir mejor los aromas".
Ahora que ya tenemos la cerveza perfecta llega el momento de maridarla con
queso. Lo imprescindible en este paso es conseguir su armonía: evitar que un
sabor domine al otro. Los expertos aseguran que los mejores quesos para
acompañar la cerveza son los de vaca aunque el manchego curado de
oveja también ofrece sabrosas combinaciones.
Así, para cervezas ligeras y frescas el
acompañante ideal es un queso joven de vaca con textura blanca o semi blanda. A
medida que el queso gana maduración y sabor, se requiere una cerveza al
unísono, con mayor grado, cuerpo y aroma. Si el queso es pastoso la pareja
ideal es una cerveza aromática. Algunas de las posibles combinaciones van desde
queso de Tronchón con larger especial a queso de Abadía con lager negra. Las
alternativas son casi interminables. Así que lo importante, como dice Juan
Muñoz, es "no cerrarse a nada y probar".
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