Científicos
en EE UU prolongan la vida útil del pan hasta 60 días
Una compañía estadounidense quiere
potenciar la pasteurización fría de este producto, un método que retrasa la
formación de moho y mantiene su frescura
Por Carolina García.
Desechar comida es uno
de los principales problemas en el mundo y, sobre todo, en los países
desarrollados. En Estados Unidos, por ejemplo, estadísticas recientes sugieren
que las familias tiran a la basura un 40 % de los alimentos que compran, según el Consejo Nacional de Recursos Naturales.
Esto representa más de 165.000 millones de dólares (127.000 millones de euros)
malgastados anualmente, añade este organismo. Uno de los productos que con más
frecuencia se desecha es el pan, ya que en poco tiempo, unos 10 días,
desarrolla moho y hace menos saludable su ingesta. Investigadores de una
compañía asentada en Texas aseguran que pueden mantener la frescura del pan
hasta unos 60 días.
“El enfoque novedoso y
único es una combinación de efectos térmicos que permiten destruir las
bacterias a temperaturas muy bajas, creando así lo que se llama la pasteurización en frío de los alimentos
frescos y eliminando los patógenos mortales que causan enfermedades”, explican fuentes de la compañía, MicroZap.
La empresa, dedicada a
la ingeniería alimentaría durante la última década en Estados Unidos, comenzó
sus investigaciones con el fin de eliminar la salmonella de los huevos, de
forma que esta bacteria no afectara a la calidad de los mismos ni a su frescura.
Una vez conseguido este objetivo, tratar el pan fue el siguiente paso, de
manera que se pudiera retrasar la formación de moho en este alimento,
consiguiendo en laboratorio una vida útil de dos meses en las mismas
condiciones de calidad y frescura que el recién horneado.
El proceso de
irradiación radica en exponer el producto a la acción de radiaciones ionizantes
proporcionales a la cantidad de energía que se desea que absorba el alimento.
Es un proceso único, que consiste en radiar un impulso potente con múltiples
fuentes de microondas que crean una señal con una densidad específica que
permite que el producto sea pasteurizado sin dañar ni alterar su calidad,
explica la compañía. Aunque en la actualidad está pendiente de ser patentado,
tanto la investigación como las pruebas comerciales llevadas a cabo han sido
favorables.
Científicos de MicroZap
aseguran que, incluso, este sistema podría sustituir a los conservantes
químicos que se usan en la actualidad en muchas fábricas, “y, seguramente, la
radiación de microondas sería más saludable”, han afirmado. Aunque similar al
horno doméstico, la técnica realizada en laboratorio se gestiona de forma más
hermética, por lo que el pan queda libre de cambios de temperatura que puedan
dañar el proceso. Este método es mucho más caro que el casero y por ahora solo
sería viable en fábricas grandes con altos ingresos.
Aparte del factor
económico, uno de los problemas potenciales del uso de esta técnica en un
producto como el pan, “sería convencer a los usuarios de que el alimento está
en buenas condiciones”, han concluido. MicroZap también ha conseguido buenos
resultados con otros alimentos, como la carne picada de pavo. Aunque ha
fracasado, por ejemplo, en el tratamiento de frutas, como los melones.
Esta empresa ya ha
comercializado esta tecnología para lavadoras y secadoras y ha demostrado una
reducción del 99,9 % de la MRSA (siglas en inglés del Estafilococo áureo, resistente a la meticilina). Esta
bacteria ha ido desarrollando resistencias a varios antibióticos. Primero a la
penicilina, en 1947, y luego a la meticilina. Esta última cepa fue descubierta
originalmente en el Reino Unido en 1961 y en la actualidad está muy propagada
en EE. UU.
Este método científico
ya ha erradicado la MRSA tanto en hospitales como en clínicas y hogares del
país, eliminándola de sábanas y toallas de algodón. Pruebas realizadas en
laboratorio han mostrado que las lavadoras y secadoras normales están
contaminadas, incluyendo el agua residual que se vierte al sistema público de
aguas tras el lavado. El Centro de Prevención y Control de
Enfermedades de EE. UU. alertó que el lavado de ropa normal no elimina dicha bacteria
y, es más, la propaga. En definitiva, se trata de una empresa que trabaja para
conseguir “una alimentación más sana, libre de salmonella, Escherichia coli,
MRSA y moho”, concluyen desde MicroZap.
(Artículo publicado en El País el
3 de diciembre de 2012)
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